mercoledì 5 febbraio 2014

DE FORTIS A MAGNA: 500 años de Historia de la Catedral de Salamanca - “Relaciones documentales de cargos musicales en los Conventos femeninos de Alba de Tormes y la Catedral de Salamanca: siglos XVIII y XIX”


La Catedral de Salamanca
 de la Dra. Matilde Chaves de Tobar
Directora: Escuela Hispánica de Música





El Barroco, incluso el siglo XVIII y la vida conventual tuvieron fuertes lazos de unión; Aquella tendencia a dejar en todas las actuaciones de la vida cotidiana una enseñanza ejemplificadora de lo vivido o de las experiencias surgidas de una convivencia diaria tanto fuera o al interior de los Monasterios, fue un estilo de vida, una forma de pensar para estas épocas. Las lecturas recomendadas en los monasterios femeninos a cerca de la vida de los santos y en especial si los personajes eran mujeres o monjas destacadas por su vida ennoblecida y realzada por sus cualidades, por su espíritu de sacrificio, o por haber sido objeto de algo milagroso, se solían hacer en las distintas horas del día.

El llegar ser monja, tiene una especial significancia y ser monja – música, mayor significancia; más, si llegaba a destacar durante su vida conventual ya fuese por revelaciones, estigmas o  milagros; por ser “monja” a la mujer se la consideraba ejemplar y modelo de perfección, y desde otro punto de vista, se la veía como algo excepcional por el entendimiento de la  música, o por ser escritora o poetisa. La que ingresaba a la vida religiosa de esta forma, era muy valorada y respetada e instruida, en la música especialmente, adquiría ciertos privilegios, entre ellos el de librarse de “determinadas tareas para no estropear su voz con el trabajo”[1]
 

Las fuentes para la investigación en los Monasterios femeninos de Alba de Tormes, se concentraron en los valiosos epistolarios y Actas de examen, documentos que refieren todos los procedimientos, tanto de la necesidad y convocatorias de las plazas para maestras organistas y cantoras 1ª y 2ª  en los Monasterios, como de ingreso de las aspirantes a los cargos y los intereses familiares,  documentos en los que la familia de la pretendienta, la misma pretendienta, el Maestro de música,  los párrocos, las Abadesas, el Obispo, el Maestro de Capilla y los organistas de la Catedral, tuvieron injerencia directa. 


Es menester en este punto, explicar el procedimiento que en éste Monasterio de Santa María de las Dueñas de Alba de Tormes,  se llevaba a cabo para la consecución y aceptación definitiva del ingreso de una aspirante al Monasterio, como monja - música, cantora y especialmente si era  organista. En primer lugar, las plazas de música, eran apetecidas por los padres para sus hijas, buscando en muchas ocasiones  el acomodo para  su futuro, una seguridad económica y una vida digna: y para  ello, se les hacia instruir musicalmente con Maestros de Música de las Catedrales o de las Parroquias, haciendo en cierta forma, una inversión para la vida posterior de sus hijas.  


En segundo lugar,  se debía dar la posibilidad de una vacante o para reemplazar a la monja que estuviera a punto de retirarse, ya por los años cumplidos de trabajo o ya por enfermedad. En los documentos analizados, no se encuentran referencias de que una aspirante haya sido rechazada, pues siempre la mujer que entendiera de música era bien recibida. Dos posibilidades o situaciones se daban; veamos: La primera, que la aspirante buscara la plaza para entrar como monja – música en algún monasterio y la segunda, que el Monasterio buscara una organista o una cantora por las necesidades del culto y la Liturgia:  Las plazas vacantes fueron divulgadas  quedando inscritas en el Libro de Registro de Comunidades Religiosas de la Catedral de Salamanca: vacantes  que se encontraron en diferentes periodos  como por ejemplo:  Del 23 de febrero de 1857, el Sr. Dn. Hilario María Iglesias, presbítero canónigo de la Santa Catedral y Vicesecretario de Cámara y Gobierno de esta dignidad Episcopal, certifica lo siguiente:



“El Seños Don Hilario María Iglesias Presbítero Canónigo de esta Santa Iglesia Catedral y Vicesecretario de Cámara y Gobierno de esta Dignidad Episcopal =

Certifico: que del Libro registro de las Comunidades Religiosas que se hallan en esta Diócesis y que obra en esta Santa Catedral, aparece vacante  la plaza de Organista en el de San Benito de la Villa de Alba de Tormes, y para los efectos correspondientes  doy la presente de orden de S.E.I. del Obispo mi Señor, en Salamanca a veinte y tres de Febrero de mil ochocientos cincuenta y siete. Don Hilario María Iglesias Vice – Secretario.”[2]
 
Otro caso que se daba en el año 1792, cuando la Sra. Abadesa Dña. Rosa amores, escribía a Ilustrísimo Prelado Don Joseph Amores Del Barco, comentándole la necesidad urgente de una organista y cantora para el Monasterio de Santa María de las Dueñas de Alba de Tormes.[3]


Documento de solicitud de plaza para cubrir la vacante de organista en el Monasterio de Santa María de las Dueñas en 1792. ADS. Caja 117.  Carmelitas, Benitas e Isabeles.

Un ejemplo del procedimiento de publicación de plazas de organistas de los monasterios femeninos, que la Catedral llevaba a cabo es el siguiente: Una vez creada la necesidad de la plaza, la Abadesa comunicaba al Obispo de la Catedral para que se pusiera en funcionamiento el procedimiento de apertura publica de la plaza; edicto que se colocaba en la puerta de la Catedral y se enviaba a otras Catedrales y parroquias. Las pretendientas, enviaban sus solicitudes firmadas al Obispo de Salamanca, quien a su vez las remitía a los Maestros organistas de la Catedral – si era el caso de las organistas -  o al Maestro de Música, si eran para las plazas de cantoras 1ª y 2ª , como es el caso de la aspirante a cantora 1ª de Monasterio de Santa María de las Dueñas, Antonia Martínez Gutiérrez, quien alcanzo la plaza y tomo los hábitos definitivos el 2 de agosto de 1854, tras aprobar con excelente nota el examen de música practicado por el Sr. Dn. Agapito  López, profesor de Música de la Villa de Alba de Tormes. El Arcipreste envió a Sr. Obispo de Salamanca la comunicación con los resultados del examen y con la conformidad de las religiosas del Monasterio. 

Aparte de las consabidas averiguaciones y sus correspondientes interrogatorios para ingresar,  la Abadesa solicitaba al Sr. Obispo la licencia para aceptar a la aspirante y justificaba las necesidades del cargo; la aspirante por lo general mostraba los documentos acreditativos de su preparación musical, vale decir alguna carta o certificación del Maestro de Música que la había instruido y seguidamente el Obispo autorizaba a los Organistas de la Catedral, para que se le practicara un riguroso examen sobre el arte de tocar el órgano, de solfear y de interpretar el canto llano. Con el acta del examen, la Sra. Abadesa y las Señoras que conformaban el Consejo se reunían y analizaban la situación de la aspirante y  daban su decisión final, expresando y dejando sentadas las condiciones del ingreso y sus competencias.


 ADS. Plaza de organista – Expediente de Da. Escolástica Campo Martin.
Caja 1. (1853 – 1942)




En el caso de la aspirante a organista del Monasterio de Santa María de las Dueñas, Escolástica Campo -  Dorotea – de nombre de pila, el certificado expedido por su maestro de música Don Antonio López, fue definitivo para el conocerse la idoneidad de la pretendienta.

Al solicitar el ingreso al Monasterio en calidad de Organista, a la par con las averiguaciones de rutina,  como los testimonios de testigos y las informaciones de buena conducta y costumbres, la pretendienta debía acreditar su solvencia en el manejo del órgano  y de la lectura del canto llano y el solfeo; el Organista Don Antonio López de la Iglesia Parroquial de San Esteban   de la ciudad de Burgos, da certificación de aquella capacidad que Dña. Dorotea Campo M. posee para el ejercicio de Organista, así:

Certificado de idoneidad musical de Escolástica Campo, expedido por su Maestro de Música, Don Antonio López. (ADS. Caja 1.  1853 – 1942. Expediente de Escolástica Campo)
  
“Certifica Don Antonio López Organista de la Iglesia Parroquial de San Esteban de esta ciudad de Burgos; que Dorotea Campo natural de Villalón de este Arzobispado, hija de Raimundo y Emeteria Martín está suficientemente instruida en el ejercicio de Organista._________



Y para que conste y surta los efectos  que haya lugar, doy la presente que firmo en esta ciudad de

Burgos a 12 de Febrero de 1857.    



                                                                                                                                   Antonio López” [4]




Los epistolarios cruzados entre la Señora Abadesa del Monasterio, el Sr. Obispo de Salamanca, el Sr. cura Párroco de la localidad de Tajadura – Burgos, el Sr. Don Antonio López, Profesor de Música instructor de Dña. Dorotea Campo Martín, - incluyendo los testigos, forman un corpus de fuentes importante que nos permite conocer el procedimiento y los pasos llevados a cabo para su ingreso.


“Dña. Gregoria Paramas, Abadesa en el Convento de Religiosas Benedictinas, de Alba de Tormes, Provincia y Obispado de Salamanca, en virtud de la facultad delegada por el Excelentísimo e Ilustrísimo Sr. Don Fernando de la Puente y Rivera, Obispo de Salamanca, autorizo por la presente a Don Felipe García , cura Beneficiado en la Iglesia  Parroquial  de el lugar de Tajadura , Provincia y Arzobispado de Burgos, para que haga las informaciones de vida y costumbres de Dña. Dorotea  Campo, pretendienta al Santo hábito de San Benito , y de sus padres conforme al tenor de las Constituciones  de nuestra orden; En virtud de la cual doy la presente firmada de mi nombre en el sobre dicho convento de Alba de Tormes a veinte y siete de Febrero  de mil ochocientos cincuenta y siete.

                                                                    

 Gregoria Paramas – Abadesa.”[5]



En el mismo documento, y a continuación de la anterior solicitud, Don Felipe García cura Párroco de la Iglesia de la Inmaculada de la localidad de Tajadura – Burgos, contesta:



“Aceptación= Yo Don Felipe García cura Párroco en la Parroquia de la Inmaculada Concepción de el lugar de Tajadura  Provincia y Arzobispado de Burgos, acepto desde luego la comisión dada por la Sra. Dña. Gregoria Parama Abadesa del Convento de Religiosas Benedictinas de Alba de Tormes Provincia y Obispado de Salamanca, para hacer las informaciones de Dña. Dorotea Campo, natural de Villalón, Provincia y Arzobispado de Burgos, pretendienta al Santo hábito  de San Benito, y de la buena opinión y fama de sus padres, residentes al presente en la ciudad de Burgos, desde un año a esta parte, y prometo cumplir fiel y exactamente los deberes que me son inherentes, en la fe de lo cual firmo en el lugar de Tajadura a cinco de Marzo de mil ochocientos cincuenta y siete =



Don Felipe García” [6]



El citado cura Párroco Don Felipe García inicia las averiguaciones y hace comparecer  ante si a Don Balentín González  de sesenta años de edad y a Pablo Páramo de sesenta y cuatro años de edad vecinos de Villalón quienes prometieron decir la verdad a toda pregunta que se les formulara.



Tres preguntas encerraban las averiguaciones necesarias que permitirían a nuestra monja música, su ingreso en la vida de Religión: Si los testigos conocían a la pretendienta y a sus padres y abuelos. Si aquellos eran personas limpias sin conexiones de sangre judía, mora o gitana. Si eran cristianos de buena fe, practicantes y de limpia reputación. Un impedimento para que una joven ingresara a la vida religiosa, era el que sus ascendientes hubieran sido verdugos de la Santa Inquisición o hubieran sido carniceros de profesión.  Aparte de los testigos interrogados, otras varias personas se presentaron a declarar sobre la buena conducta y las buenas costumbres de Dña. Dorotea; es el caso de Don Andrés  Sainz, Una vez realizadas las anteriores diligencias, encontramos a Dña. Dorotea en el momento de demostrar su talento y sus habilidades, para alcanzar la aprobación en los exámenes que se le practicarán. Vistos los documentos que conforman el expediente de Dña. Dorotea,  el Sr. Don Hilario María Iglesias Vice – Secretario de Cámara, por disposición del Sr. Obispo, ordena que la pretendienta  sea remitida a los examinadores para dar la prueba  de Suficiencia de canto y manejo de órgano, señores Organista Primero y Segundo de la Santa Iglesia Catedral de Salamanca y que verifique que se haga el examen  y que los Srs. Organistas certifiquen del resultado y lo firmen. De tal manera, que el examen se hace el 23 de Febrero de 1857 y los Señores Organistas Don Manuel Hernández y Juan José de Siles, certifican el resultado, con estas palabras:



“Los infra firmantes organistas de esta Santa Basílica Catedral cumpliendo las ordenes de S.E.I. hemos examinado a Dña. Dorotea Campo que hoy ha presentado a este oficio; y la hemos hallado en el manejo del órgano o mismo que en las necesarias nociones de Canto llano, en estado de bastante instrucción  y soltura suficiente ara el desempeño de cualquier plaza que requiera conocimientos tales. Y en virtud de ello certificamos. Salamanca y Febrero 23 de 1857

              

               Manuel Hernández                                                          Juan José de Siles” [7]


Habiendo superado la pretendienta, la prueba musical con éxito, la  Sra. Abadesa Dña. Gregoria Paramos, envía  el expediente al Obispado y en carta anexa,  fechada a 11 de Marzo de 1857,  le informa al Sr. Obispo de Salamanca, sobre  la votación realizada al interior del Monasterio y su aprobación por unanimidad, para poner hábito a Dña. Dorotea, a la par que le solicita se sirva designar a la persona que él crea conveniente o sea de su agrado, para dar el Santo hábito a la nueva novicia.

ADS. Acta de examen firmada por los Organistas de la Catedral de Salamanca, Don Manuel Hernández y Don Juan José de Siles. Año 1857. Caja Nº 1 – Expediente de Doña Dorotea Campo.
 

La disposición de los Archivos Conventuales, el Archivo Diocesano y de la Catedral,  fue  esencial para  establecer quiénes eran las monjas - músicas que hicieron la historia musical de los Monasterios  y que permanecieron en ellos gran parte de su vida.
Lo investigado en torno a la figura de la mujer y la música y sobre si la educación musical para la mujer desde la infancia en estas épocas, se puede considerar como un “Proyecto de vida”, quedó demostrado claramente.



ADS: Archivo Diocesano de Salamanca







[1] .DE VICENTE DELGADO, Alfonso. La música en el Monasterio de Santa Ana de Ávila. Siglos XVI – XVIII. Sociedad Española de Musicología. Madrid. 1989. pág. 13.

[2]. ADS. Caja 1(años 1853 – 1942) Expediente de Dña. Escolástica Campo – Organista.
 
[3] ASMD. Carta que la Sra. Abadesa Dña. Rosa Amores dirige al Prelado de Salamanca Don Joseph Amores del Barco en el 25 de Octubre de 1792. Informaciones de Isabel García Quintana. Caja 1.



[4] ADS. Caja 1(años 1853 – 1942) Expediente de Dña. Escolástica Campo – Organista.


[5] ADS. Caja 1(años 1853 – 1942) Expediente de Dña. Escolástica Campo –
     Organista.

[6]Ibidem


[7] Ibidem

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