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La Catedral de Salamanca |
de la Dra. Matilde Chaves de Tobar
Directora: Escuela Hispánica de Música
El Barroco, incluso el siglo XVIII y la vida
conventual tuvieron fuertes lazos de unión; Aquella tendencia a dejar en todas
las actuaciones de la vida cotidiana una enseñanza ejemplificadora de lo vivido
o de las experiencias surgidas de una convivencia diaria tanto fuera o al
interior de los Monasterios, fue un estilo de vida, una forma de pensar para
estas épocas. Las lecturas recomendadas en los monasterios femeninos a cerca de
la vida de los santos y en especial si los personajes eran mujeres o monjas
destacadas por su vida ennoblecida y realzada por sus cualidades, por su
espíritu de sacrificio, o por haber sido objeto de algo milagroso, se solían
hacer en las distintas horas del día.
El llegar ser monja, tiene una especial significancia y ser monja –
música, mayor significancia; más, si llegaba a destacar durante su vida
conventual ya fuese por revelaciones, estigmas o milagros; por ser “monja” a la mujer se la
consideraba ejemplar y modelo de perfección, y desde otro punto de vista, se la
veía como algo excepcional por el entendimiento de la música, o por ser escritora o poetisa. La que ingresaba a la vida religiosa de esta forma, era muy
valorada y respetada e instruida, en la música especialmente, adquiría ciertos
privilegios, entre ellos el de librarse de “determinadas tareas para no
estropear su voz con el trabajo”
Las fuentes para la investigación en los Monasterios
femeninos de Alba de Tormes, se concentraron en los valiosos epistolarios y
Actas de examen, documentos que refieren todos los procedimientos, tanto de la
necesidad y convocatorias de las plazas para maestras organistas y cantoras 1ª
y 2ª en los Monasterios, como de ingreso
de las aspirantes a los cargos y los intereses familiares, documentos en los que la familia de la
pretendienta, la misma pretendienta, el Maestro de música, los párrocos, las Abadesas, el Obispo, el
Maestro de Capilla y los organistas de la Catedral, tuvieron injerencia
directa.
Es menester en este punto, explicar el procedimiento que
en éste Monasterio de Santa María de las Dueñas de Alba de Tormes, se llevaba a cabo para la consecución y aceptación
definitiva del ingreso de una aspirante al Monasterio, como monja - música,
cantora y especialmente si era
organista. En primer lugar, las plazas de música, eran apetecidas por
los padres para sus hijas, buscando en muchas ocasiones el acomodo para su futuro, una seguridad económica y una vida
digna: y para ello, se les hacia
instruir musicalmente con Maestros de Música de las Catedrales o de las
Parroquias, haciendo en cierta forma, una inversión para la vida posterior de
sus hijas.
En segundo lugar, se debía dar la
posibilidad de una vacante o para reemplazar a la monja que estuviera a punto
de retirarse, ya por los años cumplidos de trabajo o ya por enfermedad. En los
documentos analizados, no se encuentran referencias de que una aspirante haya
sido rechazada, pues siempre la mujer que entendiera de música era bien
recibida. Dos posibilidades o situaciones se daban; veamos: La primera, que la
aspirante buscara la plaza para entrar como monja – música en algún monasterio y
la segunda, que el Monasterio buscara una organista o una cantora por las
necesidades del culto y la Liturgia: Las
plazas vacantes fueron divulgadas
quedando inscritas en el Libro de Registro de Comunidades Religiosas de
la Catedral de Salamanca: vacantes que
se encontraron en diferentes periodos como
por ejemplo: Del 23 de febrero de 1857,
el Sr. Dn. Hilario María Iglesias, presbítero canónigo de la Santa Catedral y
Vicesecretario de Cámara y Gobierno de esta dignidad Episcopal, certifica lo
siguiente:
“El Seños Don Hilario María Iglesias
Presbítero Canónigo de esta Santa Iglesia Catedral y Vicesecretario de Cámara y
Gobierno de esta Dignidad Episcopal =
Certifico: que
del Libro registro de las Comunidades Religiosas que se hallan en esta Diócesis
y que obra en esta Santa Catedral, aparece vacante la plaza de Organista en el de San Benito de
la Villa de Alba de Tormes, y para los efectos correspondientes doy la presente de orden de S.E.I. del Obispo
mi Señor, en Salamanca a veinte y tres de Febrero de mil ochocientos cincuenta
y siete. Don Hilario María Iglesias Vice – Secretario.”
Otro caso
que se daba en el año 1792, cuando la Sra. Abadesa Dña. Rosa amores, escribía a
Ilustrísimo Prelado Don Joseph Amores Del Barco, comentándole la necesidad
urgente de una organista y cantora para el Monasterio de Santa María de las
Dueñas de Alba de Tormes.
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Documento de
solicitud de plaza para cubrir la vacante de organista en el Monasterio de
Santa María de las Dueñas en 1792. ADS. Caja 117. Carmelitas, Benitas e Isabeles.
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Un ejemplo del procedimiento de
publicación de plazas de organistas de los monasterios femeninos, que la
Catedral llevaba a cabo es el siguiente: Una vez creada la necesidad de la
plaza, la Abadesa comunicaba al Obispo de la Catedral para que se pusiera en
funcionamiento el procedimiento de apertura publica de la plaza; edicto que se
colocaba en la puerta de la Catedral y se enviaba a otras Catedrales y
parroquias. Las pretendientas, enviaban sus solicitudes firmadas al Obispo de
Salamanca, quien a su vez las remitía a los Maestros organistas de la Catedral
– si era el caso de las organistas - o
al Maestro de Música, si eran para las plazas de cantoras 1ª y 2ª , como es el
caso de la aspirante a cantora 1ª de
Monasterio de Santa María de las Dueñas, Antonia Martínez Gutiérrez, quien alcanzo
la plaza y tomo los hábitos definitivos el 2 de agosto de 1854, tras aprobar
con excelente nota el examen de música practicado por el Sr. Dn. Agapito
López, profesor de Música de la Villa de Alba de Tormes. El Arcipreste
envió a Sr. Obispo de Salamanca la comunicación con los resultados del examen y
con la conformidad de las religiosas del Monasterio.
Aparte de
las consabidas averiguaciones y sus correspondientes interrogatorios para
ingresar, la Abadesa solicitaba al Sr.
Obispo la licencia para aceptar a la aspirante y justificaba las necesidades
del cargo; la aspirante por lo general mostraba los documentos acreditativos de
su preparación musical, vale decir alguna carta o certificación del Maestro de
Música que la había instruido y seguidamente el Obispo autorizaba a los
Organistas de la Catedral, para que se le practicara un riguroso examen sobre
el arte de tocar el órgano, de solfear y de interpretar el canto llano. Con el
acta del examen, la Sra. Abadesa y las Señoras que conformaban el Consejo se
reunían y analizaban la situación de la aspirante y daban su decisión final, expresando y dejando
sentadas las condiciones del ingreso y sus competencias.
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ADS.
Plaza de organista – Expediente de Da. Escolástica Campo Martin.
Caja 1. (1853 – 1942)
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En el caso de la aspirante a
organista del Monasterio de Santa María de las Dueñas, Escolástica Campo - Dorotea – de nombre de pila, el certificado
expedido por su maestro de música Don Antonio López, fue definitivo para el
conocerse la idoneidad de la pretendienta.
Al solicitar el
ingreso al Monasterio en calidad de Organista, a la par con las averiguaciones
de rutina, como los testimonios de
testigos y las informaciones de buena conducta y costumbres, la pretendienta
debía acreditar su solvencia en el manejo del órgano y de la lectura del canto llano y el solfeo;
el Organista Don Antonio López de la Iglesia Parroquial
de San Esteban de la ciudad de Burgos,
da certificación de aquella capacidad que Dña. Dorotea Campo M. posee para el
ejercicio de Organista, así:
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Certificado de idoneidad musical de Escolástica Campo, expedido por su Maestro
de Música, Don Antonio López. (ADS. Caja 1. 1853 – 1942. Expediente de Escolástica Campo) |
“Certifica Don Antonio López Organista de la Iglesia
Parroquial de San Esteban de esta ciudad de Burgos; que Dorotea Campo natural
de Villalón de este Arzobispado, hija de Raimundo y Emeteria Martín está
suficientemente instruida en el ejercicio de Organista._________
Y para que conste y surta los efectos que haya lugar, doy la presente que firmo en
esta ciudad de
Burgos a 12 de Febrero de 1857.
Antonio López”
Los epistolarios cruzados entre la Señora Abadesa del Monasterio, el Sr. Obispo de Salamanca, el Sr. cura Párroco de la localidad de Tajadura – Burgos, el Sr. Don Antonio López, Profesor de Música instructor de Dña. Dorotea Campo Martín, - incluyendo los testigos, forman un corpus de fuentes importante que nos permite conocer el procedimiento y los pasos llevados a cabo para su ingreso.
“Dña. Gregoria Paramas, Abadesa en el Convento de Religiosas
Benedictinas, de Alba de Tormes, Provincia y Obispado de Salamanca, en virtud
de la facultad delegada por el Excelentísimo e Ilustrísimo Sr. Don Fernando de
la Puente y Rivera, Obispo de Salamanca, autorizo por la presente a Don Felipe
García , cura Beneficiado en la Iglesia
Parroquial de el lugar de
Tajadura , Provincia y Arzobispado de Burgos, para que haga las informaciones
de vida y costumbres de Dña. Dorotea Campo,
pretendienta al Santo hábito de San Benito , y de sus padres conforme al tenor
de las Constituciones de nuestra orden;
En virtud de la cual doy la presente firmada de mi nombre en el sobre dicho
convento de Alba de Tormes a veinte y siete de Febrero de mil ochocientos cincuenta y siete.
Gregoria Paramas –
Abadesa.”
En el mismo
documento, y a continuación de la anterior solicitud, Don Felipe García cura
Párroco de la Iglesia
de la Inmaculada
de la localidad de Tajadura – Burgos, contesta:
“Aceptación=
Yo Don Felipe García cura Párroco en la Parroquia de la Inmaculada Concepción
de el lugar de Tajadura Provincia y
Arzobispado de Burgos, acepto desde luego la comisión dada por la Sra. Dña.
Gregoria Parama Abadesa del Convento de Religiosas Benedictinas de Alba de
Tormes Provincia y Obispado de Salamanca, para hacer las informaciones de Dña.
Dorotea Campo, natural de Villalón, Provincia y Arzobispado de Burgos,
pretendienta al Santo hábito de San
Benito, y de la buena opinión y fama de sus padres, residentes al presente en
la ciudad de Burgos, desde un año a esta parte, y prometo cumplir fiel y
exactamente los deberes que me son inherentes, en la fe de lo cual firmo en el
lugar de Tajadura a cinco de Marzo de mil ochocientos cincuenta y siete =
Don Felipe García”
El citado cura
Párroco Don Felipe García inicia las averiguaciones y hace comparecer ante si a Don Balentín González de sesenta años de edad y a Pablo Páramo de
sesenta y cuatro años de edad vecinos de Villalón quienes prometieron decir la
verdad a toda pregunta que se les formulara.
Tres preguntas
encerraban las averiguaciones necesarias que permitirían a nuestra monja
música, su ingreso en la vida de Religión: Si los testigos conocían a la
pretendienta y a sus padres y abuelos. Si aquellos eran personas limpias sin
conexiones de sangre judía, mora o gitana. Si eran cristianos de buena fe,
practicantes y de limpia reputación. Un impedimento para que una joven ingresara
a la vida religiosa, era el que sus ascendientes hubieran sido verdugos de la Santa Inquisición
o hubieran sido carniceros de profesión. Aparte de los testigos interrogados, otras varias personas se
presentaron a declarar sobre la buena conducta y las buenas costumbres de Dña.
Dorotea; es el caso de Don Andrés Sainz,
Una vez realizadas las anteriores diligencias, encontramos a Dña. Dorotea en el
momento de demostrar su talento y sus habilidades, para alcanzar la aprobación
en los exámenes que se le practicarán. Vistos los documentos que conforman el
expediente de Dña. Dorotea, el Sr. Don
Hilario María Iglesias Vice – Secretario de Cámara, por disposición del Sr.
Obispo, ordena que la pretendienta sea
remitida a los examinadores para dar la prueba
de Suficiencia de canto y manejo de órgano, señores Organista Primero y
Segundo de la Santa Iglesia Catedral de Salamanca y que verifique que se haga
el examen y que los Srs. Organistas
certifiquen del resultado y lo firmen. De tal manera, que el examen se hace el
23 de Febrero de 1857 y los Señores Organistas Don Manuel Hernández y Juan José
de Siles, certifican el resultado, con estas palabras:
“Los
infra firmantes organistas de esta Santa Basílica Catedral cumpliendo las
ordenes de S.E.I. hemos examinado a Dña. Dorotea Campo que hoy ha presentado a
este oficio; y la hemos hallado en el manejo del órgano o mismo que en las
necesarias nociones de Canto llano, en estado de bastante instrucción y soltura suficiente ara el desempeño de
cualquier plaza que requiera conocimientos tales. Y en virtud de ello
certificamos. Salamanca y Febrero 23 de 1857
Manuel Hernández
Juan José de Siles”
Habiendo superado la
pretendienta, la prueba musical con éxito, la
Sra. Abadesa Dña. Gregoria Paramos,
envía el expediente al Obispado y en
carta anexa, fechada a 11 de Marzo de
1857, le informa al Sr. Obispo de
Salamanca, sobre la votación realizada
al interior del Monasterio y su aprobación por unanimidad, para poner hábito a
Dña. Dorotea, a la par que le solicita se sirva designar a la persona que él
crea conveniente o sea de su agrado, para dar el Santo hábito a la nueva
novicia.
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ADS. Acta de examen firmada por los Organistas de
la Catedral de Salamanca, Don Manuel Hernández y Don Juan José de Siles. Año
1857. Caja Nº 1 – Expediente de Doña Dorotea Campo. | |
La disposición de los Archivos
Conventuales, el Archivo Diocesano y de la Catedral, fue esencial para establecer quiénes eran las monjas - músicas
que hicieron la historia musical de los Monasterios y que permanecieron en ellos gran parte de su
vida.
Lo
investigado en torno a la figura de la mujer y la música y sobre si la educación musical para la mujer desde
la infancia en estas épocas, se puede considerar como un “Proyecto de vida”, quedó
demostrado claramente.
ADS: Archivo
Diocesano de Salamanca
.DE VICENTE DELGADO, Alfonso. La música en el Monasterio de
Santa Ana de Ávila. Siglos XVI – XVIII. Sociedad Española de Musicología.
Madrid. 1989. pág. 13.
[2]. ADS.
Caja 1(años 1853 – 1942) Expediente de Dña. Escolástica Campo – Organista.
ADS. Caja 1(años 1853 – 1942) Expediente de Dña. Escolástica Campo –
Organista.
Ibidem