Barrock'n'roll fundado en 2010, es un grupo
de cámara compuesto por varios jóvenes españoles. La mezcla
innovadora de la música clásica antigua con
la energía y el entusiasmo de los artistas del grupo, está siendo
una exitosa forma de acercar este tipo de música a la gente joven.
Hablamos
con el grupo para conocer más sobre su historia, sus componentes, sus obras y
conciertos.
Para disfrutar de su música, invitamos a visitar su
página web http://barrockandroll.jimdo.com
Por Ana Peinado
Barrock'n'roll mezcla la música antigua clásica con el
entusiasmo de músicos jóvenes y talentosos, contadnos, ¿cómo salió la idea del
grupo y cómo decidisteis formarlo? ¿Cuáles fueron vuestras inspiraciones
musicales?
Los que formamos el
núcleo del grupo hemos sido estudiantes del Conservatorio Superior de Música de
Aragón (CSMA) en Zaragoza, allí es donde nos conocimos y donde empezó todo. Nos
juntamos cuatro alumnos para formar un grupo de música antigua para la
asignatura de música de cámara, en ese momento éramos Moisés Maroto y Olga
Rodon (Flautas de pico), María Simón (Violoncello) y Sara Johnson (Clave).
Viendo la química que había entre nosotros y la energía que transmitíamos
juntos en el escenario (siempre dentro de marcos académicos), decidimos que
debíamos dar el paso de sacar el grupo fuera de las puertas del Conservatorio
para dar rienda suelta a nuestro trabajo y nuestros proyectos: en definitiva,
estudiamos música para ser profesionales, y eso es lo que nos propusimos.
Este
atrevimiento surge de varias fuentes de inspiración, dos de ellas fueron Silvia
Márquez, profesora de clave y cámara del CSMA e integrante del grupo “La
Tempestad” y Saskia Roures, profesora de organo y cámara, también del CSMA e
integrante del grupo “El Trovar de los Afectos”. Sus enseñanzas tanto musicales
como extra-musicales nos han ayudado bastante para llegar hasta donde ahora
estamos.
Respecto a esta mezcla que enlaza la música
clásica con la gente joven, ¿creéis que se está despertando el interes por los
más jóvenes por este tipo de música?
La verdad es que la
gran mayoría de la gente joven no conoce la música clásica, y mucho menos la
música antigua, que es el ámbito de la música clásica en el que nos movemos. Si
preguntas a cualquier persona de entre 16 y 25 años sobre lo que entienden por
música antigua, ¡no echarán la vista más atrás de los años 80 (nos ha
pasado)!
Precisamente por esto, otra de nuestras facetas y otro de nuestros
programas consiste en adaptaciones para nuestros instrumentos barrocos de
‘hits’ del pop-rock actual junto con algunas obras barrocas, este tipo de
programa lo hemos interpretado en sitios muy diferentes, desde un bar hasta una
iglesia, y ha gozado de una gran acogida por parte de jóvenes y de adultos. Con
esto lo que pretendemos es acercar una formación barroca a gente de todas las
edades y que se escuche en todos los ambientes. Poco a poco esta aceptación y
conocimiento de la gente más joven parece que va cambiando para mejor.
En el grupo sois tres componentes fijos, pero también
hemos visto que contáis con otros músicos como colaboradores. ¿quiénes componen
el grupo durante vuestra actual gira?
De los cuatro que
empezamos seguimos tres como miembros fijos (Moisés, Olga y Sara). Este mundo
es muy duro, hace falta muchísimo compromiso y hay que tener todos unas metas
comunes, si no, te ves obligado a dejar gente por el camino. Como decía
anteriormente, en estos momentos estamos manejando e interpretando dos
programas diferentes. Uno barroco (donde se intercalan obras del
Seicento-Settecento italiano y versos del Siglo de Oro español). Para este
programa, que lleva por título “Tempora, tempore, tempera”, tenemos el
placer de contar con un chelista barroco excepcional, como lo es Alberto
Campanero. Por otro lado, decidimos montar un programa accesible a un rango
mayor de público, con adapataciones de ‘hits’ del pop-rock actual, bandas
sonoras y también obras barrocas. Para este contamos con María de Mingo, una
instrumentista que en estas áreas musicales se mueve como pez en el agua: toca
instrumentos de púa y, concretamente en este programa, la bandurria bajo.
El pasado año ganásteis el Gran Premio del Jurado
y también el Premio del Público en el II Concurso Internacional de Música
Antigua de Gijón. Desde entonces no habéis parado de dar conciertos, ¿cómo ha
sido el despegar como grupo y sentir el recibimiento del público?
Por un lado, nos hemos encontrado de golpe con
bastante trabajo y cosas que gestionar, además de llevarnos alguna “novatada”,
ya que, en el momento en que se empiezan a colocar las miras más allá de
lo académico, aparecen un montón de cuestiones “extra-musicales” a las que
nunca antes nos habíamos enfrentado. Pero, por otra parte, merece la pena ver
el resultado de nuestro esfuerzo una vez en el escenario. Por suerte, la música
es una de las profesiones donde más puede lucirse el trabajo realizado.
Además,
desde el II Concurso Internacional de Música Antigua de Gijón notamos una
especial sintonía entre nosotros y el público. Cuando subimos a un escenario
salimos a interpretar, somos actores con instrumentos musicales, hay mucha
complicidad entre nosotros y eso el público lo nota y lo agradece. Un
espectáculo musical no solo se oye, también se ve y está lleno de
emociones, si el público las nota entre los músicos ellos también las
sienten.
Estando en un concierto ¿cómo os sentis?
¿Qué sensaciones os recorren durante una actuación?
Todo empienza horas y
minutos antes de la actuacion, los nervios están a flor de piel y todos tenemos
nuestras costumbres y manías previas al espectáculo. Una vez en el escenario,
la sensación de exponer el alma delante de tanta gente genera un aluvión de
emociones contradictorias: la mezcla entre el miedo y la confianza, la
concentración y la adrenalina... cada insignificante detalle cuenta, y no todo
es musical, la gente no se puede hacer una idea de lo las cosas que nos pueden
venir a la mente en un momento de tanta tensión y responsabilidad. Sin embargo,
en el escenario no hay más remedio que actuar, y hacerlo bien. Además, no
tocamos solos y la sensación de complicidad que mantenemos a lo largo del
concierto hace que sea imposible reprimir alguna que otra sonrisa. ¡No hay nada
mejor!
Cada componente del grupo también tiene una
intensa actividad musical, ¿cómo compaginais ambas actividades? ¿Cuántas horas
de ensayo dedicais antes de un concierto?
Hasta hace
unos meses, nos ha sido relativamente fácil organizarnos para ensayar, ya que
estudiábamos en la misma ciudad, aunque siempre toca hacer malabarismos con el
tiempo. Así, podíamos ensayar varias veces por semana. Por otra parte, antes el
grupo estaba más tierno y necesitabamos hacer un tipo de trabajo difernte.
Ahora, aunque hemos madurado mucho y los proyectos se enfocan de otra manera,
todo es más complicado: al estar repartidos entre España, Portugal y Alemania,
trabajando en nuestros respectivos proyectos personales, funcionamos por
ensayos intensivos antes de cada concierto (unos dos o tres días seguidos
dedicados en su totalidad a ensayar).
Por ultimo, ¿qué opináis de la musica clásica
florentina? ¿Alguna referencia o músico o en particular?
Si nos pusiéramos a comentar todo lo que puede dar de
si la música florentina, no acabaríamos nunca. Un país como Italia y una ciudad
como Florencia son cunas de la mejor música clásica y barroca. Cabe
destacar “la camerata florentina”, donde un grupo de intelectuales y
humanistas fundan un movimiento de oposición a la música (renacentista) que se
estaba componiendo. Dentro de esta llamada “camerata” hay músicos que son
referencia tanto para nosotros como para cualquier músico barroco, ya que son
los precursores musicales de esta nueva tendencia estética, como por ejemplo:
Giulio Caccini, Emilio de Cavalieri, Pietro Strozzi, Vincenzo Galilei (padre
del famoso astrónomo, Galileo Galilei)...
Además Italia y en concreto
Florencia, siempre son lugares donde hace especial ilusión ir a tocar, para
músicos como nosotros que de hecho, en estos momentos, nuestro principal
programa está compuesto por obras del seicento-settecento italiano, es como la
peregrinación a la meca, hay que hacerlo una vez en la vida.